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domingo, 1 de marzo de 2015

TRADICIÓN - 傳統 (New version)





Los agricultores chinos han fabricado las casitas de heno seco para que hibernen las arañas que viven en los arrozales. Así sobrevivirán a los rigores del duro invierno y, a la llegada de la siguiente primavera, estarán dispuestas para atacar a las hordas de insectos que pretenden arruinar las cosechas. Una perfecta simbiosis desde tiempos ancestrales.

Las naves de la U.T. aterrizaron esta mañana en la cuenca. El día nos recibió soleado y los agasajos de los agricultores han hecho muy agradable la espera.

Todos nosotros hemos asistido, con paciente respeto, a las tradicionales oraciones, invocaciones y ofrendas en las que se implora por una próxima cosecha abundante.
Este año el final es un poco distinto a lo habitual. El anciano Xing Li camina hacia nosotros acompañado de cinco jóvenes. Con ceremoniosa armonía gestual, nos realiza la ofrenda esperada: las cinco casitas asignadas con sus arácnidos inquilinos.
Con extremo esmero las hemos ubicado en las urnas de transporte.
Ya en la nave realizamos los controles necesarios para que la reintroducción en el nuevo hábitat sea un éxito. Les inyectamos los nanobots que les van a inducir un coma con el fin de que su hibernación no se vea afectada por las manipulaciones a las que van a ser sometidas. Su tiempo de hibernación, de este año, será un poco más largo.

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Las arañas llegan al laboratorio de la UT ciento cuarenta y cinco días después de su recolección. Previamente se han revisado todos los protocolos anteriores a la recogida y las conclusiones de los análisis son las mismas para los cinco casos:
APTAS. Proceso de madurez óptimo.

Iniciamos la segunda Fase. Cuarenta y ocho horas más tarde.
Las constantes vitales son estables y están monitorizadas. Los nanobots ya están reprogramados para la recuperación vital en caso de necesidad.
Tercera fase. Al día siguiente, cada una de las cinco unidades científicas recibe a un individuo al que van a insertarle fragmentos de ADN en sus células sustituyendo el original y fortaleciendo al organismo en el plano multiorgánico.
Las diferentes proteínas que se producirán provocarán mayor resistencia a un clima más extremo del que están acostumbradas.  La severidad de temperaturas de -120ºC no será problema para ellas. A la finalización de las cuatro fases se convertirán, prácticamente, en una nueva especie.

Quince días han transcurrido desde la finalización de la tercera fase; la más crítica del programa. Diez años de nuestra vida y todos nuestros avances biotecnológicos han sido empleados. Dentro de dos meses obtendremos el anhelado éxito o…volveremos a intentarlo.

Cumplidos treinta días desde la modificación del ADN y a un mes de la finalización del programa, los nanobots de recuperación de Smith y John se activaron esa mañana. Impotentes, sin poder intervenir, observamos los monitores. Dos horas más tarde, las constantes vitales de ambos ejemplares cesan.
El desanimo contagia a los tres equipos restantes. Con frenesí, los científicos repasan una y otra vez todas las analíticas y gráficas de las últimas treinta jornadas. Afortunadamente los resultados de la revisión han calmado los ánimos.

El día D ha llegado. Visionamos el exterior, a pesar de la hora, diez de la mañana, la luminosidad es pobre y el día será corto. La zona está perimetrada y protegida por una cúpula transparente y resistente a las tormentas de arena que se producen en la zona. En el futuro está cúpula podrá ser retirada fácilmente y ha sido colocada para que la adaptación al nuevo hábitat sea gradual, siendo posible modificar las condiciones climáticas internas en caso de que se acerquen a los parámetros de incompatibilidad con la nueva vida arácnida.
La temperatura exterior es de 5ºC, hoy alcanzaremos una máxima de 8ºC y una mínima nocturna de -97ºC. El verano permitirá que estas temperaturas mejoren ligeramente en 8 ó 10 grados positivos a medida que avanza este mes.

La plataforma que contiene la plantación de arroz modificado, que durante diez años ha germinado sin problemas, y las moscas, están a la espera del despertar de las arañas.
Por segundo año consecutivo las moscas han eclosionado. Las modificaciones de las moscas fueron simples, la resistencia a climas extremos es innata y no precisó una preparación tan compleja como la de las arañas. Murieron muchos ejemplares, pero la ausencia de depredadores permitió la supervivencia de suficientes individuos. Este año sufrirán la presencia de sus depredadores naturales.

Observamos los monitores, los nanobots van a activarse para provocar el despertar de los tres ejemplares. Los primeros pasos de su nueva vida están a punto de realizarse.
A la hora prevista los bots de Eve se activan, el primer ejemplar hembra. A los dos segundos se observan movimientos en la paja que compone la casita, Eve sale de ella. Nuestros corazones parecen detenerse. Ligeros espasmos y saltos se perciben en su avance, debe estabilizarse en diez segundos o… morirá… uno, dos…seis segundos, los espasmos se vuelven violentos y ya no salta. Ocho segundos, se arrastra lentamente, su organismo colapsa, no podemos hacer nada…sólo observar su muerte.
Intento captar la atención con un grito de aliento.
—Tenemos dos oportunidades más. Ya analizaremos lo sucedido más tarde. —El personal reacciona. Mis palabras funcionan como un resorte. Los bots de Joseph se activan y… se repite la historia, movimientos espasmódicos y pequeños saltos, tres segundos, cuatro… cinco…, ¡ya no salta!… ocho, ¡los espasmos han desaparecido!... nueve… ¡se ha detenido!... ¡sus constantes vitales son correctas!
Tras unos segundos reconociendo el terreno, Joseph se dirige a las plantas cercanas a su casita y el prodigio de la ingeniería natural comienza su proceso: los hilos de seda más resistentes, los amarres, aparecen por la glándula mayor dando comienzo la estructura singular. Desde la misma glándula aparecen las hebras que van a formar el marco y los radiales. Está construyendo el entramado provisional sobre el que fabrica la tela espiral de captura a la vez que elimina el andamio temporal.
Las dos primeras moscas han caído y Joseph se dirige hacía ellas para paralizarlas y llevárselas a lugar tranquilo para devorarlas.
Nuestras caras reflejan la liberación de las tensiones de los últimos meses.
El coordinador nos recuerda que el trabajo no ha finalizado.
Vamos chicos falta Rachel todavía tenemos pendiente su despertar. 
Buscamos la imagen en el monitor pero… ¡su casita está vacía!…
—¡Es imposible, no puede haber desaparecido! —Alguien grita.
La observación de los primeros minutos de Joseph, nos hizo olvidar el visionado de los monitores de Rachel. Nos disponemos a repasar la grabación de los últimos minutos y el coordinador nos alerta.
—¡Eh mirad, en el cuadrante A7! ¡Hay una telaraña y no es la de Joseph!
—Tiene cinco moscas capturadas y Rachel está… devorando una  presa.

Las risas dieron paso al llanto, llanto de alegría… nuestro trabajo había tenido éxito…

Las hostiles tierras rojas y las temperaturas negativas extremas no serán impedimento para el desarrollo de la vida de las arañas.

La terraformación de Marte está en marcha en su Etapa tres.

2 comentarios:

  1. bueno quiero saber en que sigue...
    saludos!

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    Respuestas
    1. Gracias por leerlo y opinar. Creo que este relato se queda aquí y no continuará. Saludos.

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